Noviembre 2015. El Mediterráneo, el mar del que siempre ha oído hablar Zainab y que ahora se convierte en temible tras ver que la embarcación segura que le prometieron a su madre es en realidad una lancha de goma. Las 54 personas que quieren surcar la travesía hasta Grecia se suben a un bote que tiene capacidad para 30. El mar está bravío, y aunque sólo 200 kilómetros separan Turquía de Grecia, el viaje se hace eterno.
Tras cuatro horas de constante sufrimiento, nuestra protagonista llega a la isla de Lesbos. Pisar de nuevo tierra firme parece un sueño.
Son recibidos por voluntarios y trasladados al campo de Moria.
Cerca de un millón de personas han llegado a Europa por las rutas migratorias del Mediterráneo desde 2015, aunque la Europol ha advertido de la existencia de otro tipo de desapariciones: 10.000 menores refugiados no acompañados podrían haber caído en redes criminales y de trata de personas.