Tras un año en el campo de Nea Kavala, Zainab y su familia tienen la posibilidad de ser reubicadas en un piso en Polikastro gestionado por ACNUR, en el noreste continental de Grecia. Salir del campo es una buena noticia, aunque no implica la concesión de asilo, que es lo que están esperando desde hace un año y medio. Con la noticia, los deseos de Zainab se desbocan: ¿se acerca el momento de volver a estar toda la familia junta? La vivienda sigue siendo un lugar que no es su destino. Un lugar donde esperar indefinidamente a que se les conceda el asilo y la reagrupación familiar. Un lugar que no es donde quieren estar. Un no lugar.