--- layout: page title: Modernismo en el campo --- Donde no hay nada puede construirse todo. Eso debieron pensar los arquitectos que acudieron a diseñar los nuevos poblados de colonización con la idea de convertir esos lugares en laboratorios vanguardistas. Algunos de los más destacados nombres españoles de la arquitectura de la época fueron los encargados de diseñar todos los elementos de estas nuevas localidades. Si bien dieron rienda suelta a su imaginación, lo hicieron siempre en consonancia con los principios racionalistas del proyecto, y respetando y manteniendo a su vez el uso de materiales y decoraciones autóctonas propias de cada región. Durante los años que duraron estos planes de colonización, unos ochenta arquitectos trabajaron en los proyectos. Algunos de ellos de renombre como Alejandro de la Sota, Antonio Fernández Alba, José Borobio, José Antonio Corrales, Fernando de Terán o José Luis Fernández del Amo. Los poblados diseñados por este último, por ejemplo, tales como Vegaviana (Cáceres) o Cañada de Agra (Albacete), han quedado para la historia de la arquitectura dentro y fuera de España. Una de las características más extendida en estos diseños urbano fue el uso de trazados curvos para las calles. Se evitaban de este modo las calles rectas, con el objeto de dar lugar a espacios más recogidos para la comunidad. Adaptaron conceptos organicistas de las vanguardias de la segunda mitad de sigo para convertir estos nuevos poblados en lugares en armonía con el entorno y la naturaleza.