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title: Los principales modelos de colonización
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Latifundio, minifundio, grandes propietarios, pequeños agricultores… La adaptación al entorno parcelario era una de las claves que manejaba el Régimen para poder hacer que funcionara el plan de colonización en toda España. Por eso tuvieron que diferenciar el tipo de repoblación dependiendo de la región elegida. Los entornos agrícolas del norte de España están más repartidos y divididos que los del sur y el plan para la colonización de los espacios tenía que adaptarse a ello.
A lo largo y ancho de la geografía española podemos diferenciar entre varios modelos que adoptaron las instituciones dependiendo del lugar donde se ideaban las nuevas poblaciones. Estos modelos desarrollaron unas características y obtuvieron unos resultados finales muy distintos entre sí.
En este mapa es fácil ver los diferentes planes implementados en cada zona geográfica, y descubrir, también, cómo la ejecución final se separó de los planes iniciales. En la zona del Guadalquivir, por ejemplo, los colonos, en principio, iban a recibir 10 hectareas de media por familia, tras la ejecución de los planes solo recibieron 5,3. Una diferencia que explica muy bien las dificultades que tuvo el INC para implementar sus planes iniciales sobre el territorio.
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El modelo de Aragón-Navarra
Debido a su geografía y su situación parcelaria, la zona aragonesa y navarra se caracteriza por los minifundios y las propiedades mucho más repartidas y con explotaciones sensiblemente más pequeñas. En esas zonas la actuación del INC fue más sencilla y la colonización fue más efectiva. El caso de Bárdenas del Caudillo (actualmente Bárdenas) es uno de los ejemplos de estrategia de colonización efectiva, ya que el pueblo fue creciendo y afianzándose con el paso de los años desde su fundación en 1959. En la imagen se puede ver como esta intervención modificó el paisaje de la zona e hizo crecer este municipio.
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El modelo de Andalucía-Extremadura
Frente a los minifundios del norte, la situación del sur siempre se ha caracterizado por los latifundios controlados por pocas manos. Esto provocó que la colonización se hiciese de una forma bastante aislada y con una eficacia menor que en el norte. La mayoría de poblados, como el de Sotogordo, en Jaén (es el ejemplo de la imagen que viene a continuación) se localizaron entre grandes extensiones de terrenos y acabaron aislados y, gran parte de ellos, abandonados.
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