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page	El colono

El buen colono. La selección del colono es uno de los aspectos centrales del proceso de colonización, éste conlleva el establecimiento de unos critrerios de selección básicos que aparecerán enumerados en la Ley de 1949 sobre colonización y distribución de la propiedad de las zonas regables y que dependiendo de los emplazamientos introducirían matices. Así por ejemplo para el Plan Badajoz las prioridades de acceso al programa que se establecieron formalmente fueron:

Arrendatarios o aparceros de tierras afectadas por la transformación en regadío, siempre que no sean propietarios de otras tierras con superficie suficiente para el mantenimiento de una familia.

Colonos o braceros de las comarcas o términos municipales de la provincia de Badajoz en que del estudio económico social efectuado por el INC se deduzca la necesidad de traslado de parte de la población rural a las zonas regables.

Propietarios arrendadores de la zona que no tengan derecho a reserva y lo soliciten de acuerdo con los artículos noveno y doce de la ley de 1949.

Colonos o labradores modestos de otras comarcas españolas con medios de producción y conocimientos del cultivo de regadío, que habrán de demostrar, mediante las pruebas correspondientes, ante el personal técnico del INC. Del total de labradores que con arreglo a las presentes normas se instalen, el veinte por ciento habrá de ser elegido precisamente entre los que el Instituto, previas las pruebas pertinentes, considere que cuentan con conocimientos de las prácticas de regadío. Si dentro del ámbito provincial no se alcanza el indicado porcentaje, se complementará con los colonos o labradores del grupo cuarto.

Los requisitos indispensables vinculados directamente con la situación personal del candidato se repetían, y aunque con algunas variaciones, mantenían unos criterios muy similares:

Ser mayor de 23 años, licenciado del ejército o exento del servicio militar.

Acreditar una préctica agrícola reciente de 2 años al menos.

Acreditar unas dotes de moralidad y conducta aceptables

Además se priorizarían los que a su vez los que:

1. Poseyeran conocimientos de regadío.
2. Estuvieran casados o fueran viudos con hijos.
3. Tuvieran el mayor número de hijos.
4. Supieran leer y escribir. Los analfabetos que resulten admitidos están obligados a aprender a leer y escribir en un plazo de tres años pudiendo ser expulsado por la Dirección General de Colonización si no cumpliera con el compromiso.
5. Tuvieran menos de cincuenta años.

Las condiciones serán modificadas a partir de 1958, o al menos así sucede para la Delegación de Talavera de la Reina, donde serán las [unidades familiares del trabajo](https://medialab-prado.github.io/poblados-colonizacion-colonias-penitenciarias/mujeres.html) las que definan con más precisión el acceso.

No podemos dejar de señalar el rol que la iglesia católica tiene tanto en el proceso de selección como en el acompañamiento doctrinal en estos nuevos espacios construidos. Las referencias son numerosas, pero destacaremos el artículo aparecido en el principal medio propagandístico con el que el INC contaba, la revista Colonización y que encaja con el modelo paternalista que el Estado promueve.

Un colono que tenga una primaria fe religiosa, un elemental concepto del deber y honradez, que se encuentre sano de cuerpo, sin tristes taras hereditarias, con una elemental instrucción, será el germen que asegure un desenvolvimiento próspero del núcleo de población creado. -ESCARDÓ PEINADOR, G. El hombre, factor básico de la colonización. Colonización , nº 9, 1949

De colono a ciudadano. La historia de la colonización no sólo una, y gran parte de sus espacios están dibujados con los recuerdos de una generación que creció y transitó parte de su vida adulta vinculada a uno de los programas más ambiciosos que el estado franquista operó. Esta segunda generación, los hijos e hijas de los colonos. CONTINUAR. Presentar a Nuestros entrevistados

SIN CERTEZAS. Y esta segunda generación será la que herede bienes que durante mucho tiempo no fueron certezas. Se ha pagado muy poco. Cuando se murió tu padre (en referencia a la hija de un colono) no tenías la propiedad todavía, no se había hecho la escritura todavía. (Mariano y Milagros, hijos de colonos).